El ingeniero calculista del Pabellón de Chile en la Expo Milán describe cómo fue su relación con los arquitectos chilenos Undurraga y Mallea, y argumenta sobre la necesaria relación que debe haber entre ambas disciplinas para la consecución de un proyecto sólido, estructural y estético.
El italiano Sandro Favero fue el ingeniero calculista del Pabellón de Chile y también de China en el Expo Milán. Con su empresa F&M Ingegneria ha liderado proyectos de trascendencia mundial, con más de mil construcciones en China, Rusia, Georgia y los países de Medio Oriente y el Magreb. Sandro Favero expondrá su trabajo como calculista del Pabellón este viernes 2 de septiembre a las 11 horas en el Centro Cultural Estación Mapocho.
¿Cómo fue su entendimiento, como calculista de la obra, con los arquitectos del Pabellón, Cristián Undurraga y Sebastián Mallea?
-Bueno, nosotros fuimos un equipo: yo, el ingeniero Nico Marchiori para las estructuras y la modelación de los cálculos, el ingeniero Federico Moro para las bases geotécnicas y el ingeniero Zefferino Tommasin, para las plantas. Sostuvimos dos encuentros con Undurraga y Mallea, en Milán y en la fábrica de madera laminada. Además sostuvimos conferencias por Skype semanalmente para discutir el plan. Y desde el comienzo la colaboración mutua fue fértil y continuada, con el objetivo de integrar las soluciones arquitectónicas con las estructurales y de planta.
¿Cuáles fueron las dificultades técnicas que enfrentaron en la ejecución del Pabellón?
-Técnicamente, el primer problema fue el de la certificación del pino radiata de producción chilena usada para los elementos laminares del pabellón. Combinamos los perfiles mecánicos recibidos por los diseñadores con los tests llevados a cabo en los laboratorios Otto-Graf en Stuttgart, asignándoles la categoría estructural requerida por las regulaciones italianas. Las estructuras fueron diseñadas acordes con las regulaciones italianas y con el estándar Eurocode 5. El software de cálculo para las características y parámetros del pino radiata es el mismo que para otros materiales como el concreto y el acero.
¿Coincide con la aseveración de que el cálculo y la arquitectura están volviendo a caminar juntos, como ocurría antes del siglo XX?
-Un proyecto exitoso resulta de la colaboración entre ambos desde la base conceptual del proyecto. Un buen arquitecto debe considerar la información y las verificaciones de los técnicos. Y los ingenieros deben tener una percepción aguda para comprender y encontrar las soluciones constructivas para los diseños arquitectónicos.
Aparentemente, su trabajo es menos visible, menos estético en el desarrollo de una construcción. ¿Puede el calculista incidir en el diseño de un edificio?
-En proyectos de alto estándar, como es el caso del Pabellón de Chile, los elementos estructurales se vuelven arquitectura, estableciéndose claramente una conexión entre ambas disciplinas.
¿Qué necesita Chile para elevar su nivel en cuanto al cálculo y la construcción en madera?
-Por la experiencia del Pabellón en la Expo Milán, pudimos apreciar que los arquitectos e ingenieros chilenos eran muy profesionales, de mucha calidad. Creemos que deben potenciar su participación en proyectos internacionales en colaboración con ingenieros de otros países, porque es fundamental conocer las regulaciones y normativas internacionales.
¿Cuál es potencial de la construcción en madera?
-Con la madera laminada es posible construir grandes edificios. Hoy como empresa estamos diseñando edificios residenciales y de oficinas de nueve pisos, es decir, unos 30 metros de altura. Sus características mecánicas y sustentabilidad medioambiental hacen de la madera un material muy eficaz para la construcción.
¿Cuál fue el impacto del cálculo en el Pabellón de Chile?
-El pabellón fue hecho en madera laminada con conectores de acero y de todos los pabellones, es uno de los que mejor respondió a los requerimientos de la Comisión de la Expo Milán. Fue construido en un tiempo breve y tuvo costos inferiores comparados a los pabellones de concreto y acero. Y ha resultado simple de desmontar y será simple de volver a montar en Chile.
*Imágenes del Pabelleón de Chile en Expo Milán ©UndurragaDeves